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Después de diez años en el gobierno,

el FPV es la fuerza más votada en la Argentina

Sergio Massa logró imponerse por algo más de cinco puntos al candidato del oficialismo, Martín Insaurralde, en la estratégica provincia de Buenos Aires. El kirchnerismo recuperó   posiciones en Santa Fe y Córdoba. UNEN desplazó al PRO como primera fuerza en la Ciudad. 

Por Viviana Mariño

 Con una amplia participación ciudadana que se ubicó por encima del piso histórico del 70%, los argentinos cerraron el round de inicio. La  convocatoria a elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) –la primera para consagrar únicamente candidatos legislativos y con la participación optativa de los jóvenes de entre 16 y 18 años– bosquejó un reparto tentativo. La secuencia terminará de definirse en poco más de 60 días, cuando se realicen los comicios parlamentarios del 27 de octubre para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El resultado de la votación de ayer, provisorio y destinado a sufrir desplazamientos –como ya demostró la aplicación de las PASO en 2011–, confirmó al oficialismo como la primera fuerza en la geografía nacional, aunque con derrotas en los distritos de mayor peso electoral y resultados adversos o reñidos en otros históricamente identificados con la oferta del Frente para la Victoria. Escrutado el 76,63% de las mesas en todo el país, el FPV conseguía el 25,80% de los votos, muy por debajo de la perfomance de 2009, cuando alcanzó el 31,2%, pese a la caída de Néstor Kirchner frente a Francisco de Narváez en la decisiva provincia de Buenos Aires.

Ayer, el FPV logró el primer lugar a nivel nacional empujado por el hecho de ser la única fuerza que compitió con sello propio –el mismo que identifica al espacio desde 2003– en todos los distritos. El segundo puesto fue para el Frente Renovador –la flamante fuerza de Sergio Massa– con el 10,86 por ciento. El Frente Progresista Cívico y Social, el espacio que también nuclea al radicalismo, la otra fuerza nacional con representación en todo el mapa, quedaba en el tercer lugar, con el 7,99 por ciento.
Si repitiera en octubre  el resultado preliminar de los comicios de ayer, el FPV lograría sumar cuatro bancas a las 34 propias que pondrá en juego en la Cámara de Diputados, y perdería dos de los 12 escaños que disputará en el Senado. Si a ese cuadro se suman los aliados del oficialismo en ambas Cámaras, el FPV podría mantener su condición de primera minoría. «Esta es una precalificación, pero estamos en condiciones de mantener, e incluso aumentar, la representación parlamentaria», advirtió la presidenta Cristina Fernández al evaluar el resultado de la elección, casi sobre la medianoche, en el Hotel Intercontinental, el lugar elegido por el kirchnerismo para esperar el veredicto de las urnas.
La mandataria también llamó a profundizar el trabajo militante durante la campaña que arrancará hoy mismo, con la foto del resultado de las PASO como lectura obligatoria de todas las fuerzas políticas.
  La provincia fue epicentro de la pelea mayor. Con el 37,3% del padrón nacional, el primer distrito del país hizo inclinar la balanza a favor del Frente Renovador de Sergio Massa. La lista encabezada por el intendente de Tigre lograba anoche el 34,53% de los votos. Tras una campaña intensa en la que logró descontar un amplio nivel de conocimiento en el electorado, el candidato del FPV, Martín Insaurralde, lograba el segundo lugar con el 29,29% de los apoyos. El tercer lugar quedaba para el Frente Progresista Cívico y Social de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, quienes con casi el 11,16% de los respaldos, marcaban el principio del fin de la estrella de De Narváez en la provincia, que alcanzaba el 10,56 por ciento.
La diferencia descontada por el intendente de Tigre comenzó a dibujar anoche una de las previsibles consecuencias de las PASO: su proyección como uno de los potenciales actores de la disputa por la sucesión presidencial en 2015. Anoche, desde Tigre, Massa habló con tono de dirigente nacional, un recurso que también marcó su tránsito por la campaña. Apoyado en los poco más de cinco puntos de ventaja que le descontaba a Insaurralde al cierre de esta edición, habló de construir un «nuevo camino», evitar la «confrontación», e insistió con la agenda con la que buscó diferenciarse del kirchnerismo: las promesas de combate a la inseguridad y la inflación y las críticas a impuestos regresivos. «Esta elección deja atrás el pasado y nos permite abrir una puerta al futuro», se animó el intendente de Tigre.
En la Capital Federal, el macrismo festejó por anticipado un triunfo que, sin embargo, quedó a medio camino. Anoche, escrutado casi el 95% de las mesas, las cuatro listas que compitieron por el espacio UNEN, lideradas por la boleta encabezada por Elisa Carrió, se imponían en la categoría de precandidatos a diputados con el 35,67% de los votos. En el rubro senadores, la propuesta liderada por el rabino Sergio Bergman disputaba por un punto el primer lugar con la sumatoria de boletas del flamante frente opositor. El Frente para la Victoria, con las candidaturas de Daniel Filmus y Juan Cabandié, arañaba el 20% de los votos.
La elección en Córdoba y Santa Fe también dibujó fuertes posicionamientos de la oposición. En el distrito mediterráneo, el gobernador  José Manuel De la Sota logró imponer a su delfín, Juan Schiaretti, quien anoche lograba el 29,97% de los votos; seguido por el radicalismo, con el 22,21; el PRO, con el 12,14 por ciento; y el FPV, con el 10,87 por ciento. Aunque la expectativa del kirchnerismo era pelear con la candidatura de la ex rectora de la Universidad de Córdoba, Carolina Scotto, el tercer lugar con el PRO, el oficialismo logró superar en un punto y medio su performance de 2009, cuando el distrito cordobés se ubicó en el pelotón de opositores, tras el impacto que significó el conflicto con el campo de 2008.
Como Massa en la provincia, Schiaretti ensayó un discurso de sesgo nacional, concentrado en el mensaje a la clase media y media alta, con propuestas de modificación del Impuesto a las Ganancias y subsidios a las pymes.
La provincia de Santa Fe votó signada por la tragedia de Rosario, pero no dio demasiadas sorpresas. Binner salía anoche fortalecido en esa escena. El Frente Progresista Cívico y Social conseguía el 41,26% de los votos, seguido por el macrismo –cuya boleta encabezó el cómico Miguel Del Sel– con el 25,80 por ciento; y el FPV, que postuló al ex gobernador Jorge Obeid, con el 20,91 por ciento. Pese al tercer lugar, el oficialismo también logró mejorar su perfomance en relación a 2009. Entonces llegó casi al 10%, quedó en tercer lugar, y sólo pudo conseguir la renovación de la banca del hoy ministro de Defensa, Agustín Rossi.
En Mendoza, el ex vicepresidente Julio Cobos confirmó su posición de favorito con el 44,28% de los votos y descontando una diferencia  de cerca de 18 puntos con el kirchnerismo.
EL RESTO DEL PAÍS. Más allá de las derrotas, muchas de ellas previsibles según los pronósticos sobre el cierre de una campaña que terminó en forma abrupta por la tragedia de Rosario, en los distritos de mayor peso, el oficialismo también deberá anotar un descenso en la performance de otros distritos. Esa lista incluye a Corrientes –elegirá gobernador el mes próximo–; Chubut, donde el ex gobernador Mario Das Neves conseguía el 46,68% y relegaba al FPV al segundo lugar con el 28,4. También a La Rioja: el FPV quedó segundo con el 37,83% frente a la Fuerza Cívica Riojana (un frente opositor encabezado por el radical Julio Martínez) con el 41,42 por ciento. Y quedó relegado en San Juan por la lista de Compromiso Federal, el espacio que lideran los puntanos Alberto y Rodríguez Saá: ese sector consiguió el 42,54% de los votos y relegó al segundo lugar al FPV, con el 37,21.
Con ese cuadro, el oficialismo logró mantener posiciones en nueve distritos: Formosa (con una victoria clara superior al 70%), Chaco, Misiones, Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego.
La ciudadanía dio ayer un primer pronunciamiento. Un indicador de lo que serán las elecciones de medio término del segundo mandato de Cristina Fernández. Los números provisorios indican un retroceso del FPV y, aunque una elección legislativa supone criterios diferenciados de una ejecutiva, está claro que anoche comenzó a bosquejarse el escenario de una pulseada por la sucesión y, en especial, por el liderazgo del peronismo. En esa disputa, la figura de los gobernadores –muchos de los cuales no pudieron garantizar un triunfo en sus distritos– y la de Massa y Daniel Scioli –el mandatario bonaerense demostró un compromiso firme con la campaña del FPV en la provincia– están destinadas a sumar espacios en la escena pública.    «
La cifra
76 por ciento del padrón total de electores participó ayer de las primeras Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para definir candidatos legislativos.
La cifra
27 por ciento de los votos a nivel nacional cosechaba anoche el Frente para la Victoria. Esa perfomance ubica al oficialismo como la primera fuerza en la geografía nacional.
Fuente: Tiempo Argentino, 12.08.13

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Más intervalo que cierre

Por Mario Wainfeld

La tragedia de Rosario indujo a varios partidos a suspender actos, lo que adelantó el cierre de campaña para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Una decisión sensata, un acuerdo tácito elogiable, en medio de las rencillas y disputas propias de la competencia política que incluyeron una dosis baja de desbordes e intemperancia.

Hablamos de cierre pero, en rigor, para la mayoría de los partidos de 24 distritos habrá apenas un intervalo. La elección de autoridades nacionales y provinciales será en octubre y sólo una parte reducida de los participantes quedará excluida el 11 de agosto.

Se avecinan 24 elecciones diferentes, en territorios con distinta historia. La mirada general es válida, en tanto reconozca la diversidad.

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No hubo, mayormente, lo que el periodismo moteja “guerra de encuestas”. Se debió, principalmente, a que los consultores del Frente para la Victoria (FpV) retacearon sus sondeos. Sucede algo más curioso aún: distintos sectores les dan crédito a las contadas encuestas difundidas aun por quienes desconfían de sus fuentes. El caso más vistoso se refiere a la provincia de Buenos Aires. Un sentido común pluripartidista concuerda en que el intendente de Tigre, Sergio Massa, picó cómodo en punta y su par lomense Martín Insaurralde acortó ventaja. Tal vez esa percepción influya en las lecturas del resultado del domingo. Una eventual paridad entre ambos sería más celebrada en el oficialismo, pues se interpretaría consecuencia de una “atropellada”. Tres meses atrás, seguramente, otra hubiera sido la lectura.

Se descuentan los ganadores en los distritos más numerosos, con excepción de Buenos Aires y acaso Mendoza. Se da por hecho que la condición de local primará en Capital, Córdoba y Santa Fe. Los partidos de los gobernadores son favoritos en casi todas las demás provincias, acaso con final más abierto en Tierra del Fuego y Santa Cruz.

Esos son pronósticos (falibles desde ya) para la estación intermedia. Cuánto se moverá el cuadro entre agosto y fines de octubre será tema de debate y de laburo político desde la noche del domingo.

Para los consultores se genera otra fuente de trabajo: las bocas de urna y las encuestas cualitativas previas serán insumo de los comandos de campaña para encarar el segundo tramo.

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El corto tramo de publicidad audiovisual, en condiciones de relativa paridad (alta comparada con el pasado aunque no absoluta), suscitó una oleada de interpretaciones. Algunas son convencionales: las de los especialistas, dirigentes, militantes o profesionales inmersos en el microclima político. Para la visión impresionista de este escriba, se han acrecentado las lecturas cotidianas, de ciudadanos comunes, en tertulias o mesas de café. El impacto del debate público sobre el rol de los medios, los periodistas, la manipulación y otros etcéteras ha calado hondo. Como en el fútbol, abundan las versiones. En este caso, reflejan un clima de época, connotado por un cambio cultural.

Ya se dijo: es simplista proponer una mirada general. Sin mayor pretensión puede decirse que los avances técnicos fueron capturados por los creativos y que los discursos políticos fueron menos logrados.

Los spots del partido del impresentable Alejandro Biondini pueden servir de referencia, por la negativa. El fascismo criollo se traduce en feísmo, imágenes opacas, desdén por recursos que sabe usar cualquier chico de quince años. El estilo de la derecha rancia es una excepción. Casi todos los contendientes propusieron imagen y sonido con pisos altos, relativamente sencillos de obtener con una tecnología amigable.

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Es difícil inventar algo totalmente innovador en materia de comunicaciones. La mirada atenta de memoriosos (y de los programas “con archivo y memoria”) corroboró que no era original el spot en que Sergio Massa quiere probar decisión sacándose el saco y encarando a la cámara. Los publicitarios de Fernando de la Rúa y Aníbal Ibarra habían producido escenas similares. También tiene precedentes la idea de “Terragno cenador”, mostrando al habitualmente serio candidato cocinando con sapiencia y buena onda. El adusto primer ministro David Cameron trató tiempo atrás de suavizar su imagen (no en campaña sino en un blog) mostrándose en la cocina de su casa. Alguna otra diferencia hay: el inglés no cocinaba, sino que se mostraba cómodo en la cotidianidad de su hogar.

“Argen” y “Tina”, así dicho, son un invento local como el dulce de leche. Pero si se repasa propaganda política reciente en Venezuela, se verá que la idea-fuerza no reconoce fronteras, al menos dentro de la Patria Grande. Un tinte original adorna (por segunda vez) la producción del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). En doble sentido. El primero es elegir un mensaje preciso y adecuado a sus perspectivas reales: pedir el voto para llegar al piso electoral. La idea es razonable y se postula con spots bien presentados y actuados. La otra pata son propuestas de tinte “socialdemócrata” (valgan las comillas) o hasta republicano. Sueldos reducidos para funcionarios o legisladores, quienes deberían hacer uso forzoso de la escuela y el hospital públicos, 82 por ciento móvil… Son medidas de cambio pero alejadas de los discursos flamígeros (e identitarios) ligados a la revolución proletaria o a las tomas del Palacio de Invierno. Una sensatez respecto de la propia “imagen corporal” que no adorna a varios partidos opositores que hablan como si integraran una fuerza mayoritaria a nivel nacional cuando, dendeveras, se conforman con ser competitivos en un par de distritos y ganar en uno, como techo.

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El politólogo y consultor Mario Riorda explica, en un recomendable nota publicada en El estadista.com.ar, que la negatividad fue el factor común predominante en las campañas. Es simple, de entrada, enfocar una disputa entre dos partidos: un juego de suma cero, como un partido de fútbol. Se hace más cuesta arriba elegir una táctica cuando hay más de dos fuerzas participantes que disputan bancas: ¿cuestionar a uno en especial o repartir las críticas? El intríngulis no se plantea en todas las provincias, porque seguramente la mitad o más terminarán eligiendo legisladores de dos partidos o, muy eventualmente, de uno solo. Pero es común en los distritos muy poblados, donde se dirimen más escaños.

En la Ciudad Autónoma, la coalición Unen optó por enfilar todos sus cañones contra el oficialismo nacional. Ni en sus debates televisados se concedió atención al PRO, que gobierna el territorio. Es paradójico porque todo indica que el target de sus votantes es similar al del macrismo y no al del kirchnerismo: todos los postulantes pugnaron por demostrar quién es más anti-K. Tal vez cambien el modelo para octubre, una vez formada la lista.

En la provincia de Buenos Aires, la irrupción de Sergio Massa trastocó el esquema, forzando la existencia de dos centros de atención (y de dardos). El FpV, introdujo una variante en su cuidada campaña. En general, emprendió contra la oposición como un todo, caracterizado por su falta de propuestas y su enconada cerrazón a validar los avances de la “década ganada”. Pero en suelo bonaerense destinó atención especializada a Massa.

El resto de la oposición disparó contra dos blancos: la gran esperanza ídem y el FpV.

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Los programas políticos de cable, que se propagan “todo el tiempo” cedieron lugar ante escenarios más típicos de la tele actual: aquellos que practican géneros surtidos, más desenfadados o directamente chimenteros. Nadie les hizo asco, más bien al contrario.

La tele concedió un menú especial dentro de sus códigos.

Suponer que los medios no participaron sería, empero, un error. La entrega de los premios Martín Fierro fue un acto de la oposición virtual. Del conglomerado amorfo sin programa, sin liderazgo y sin organización partidaria que busca su destino y su Capriles criollo. Un Capriles que gane, nada menos.

A las autoalabanzas que son de rigor en esos fastos se sumaron los tópicos más banales anti K. En ese rubro, el periodista Jorge Lanata se ganó el oro. La condolida prédica sobre la grieta, emitida por quien consagra su existencia profesional a cavar la zanja, fue un ejemplo de doble discurso. Otro tanto puede decirse de las celebraciones a la supuesta templanza de quien injuria, agrede verbalmente y hasta putea a sus adversarios.

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Otra faceta típica de la época se vivió ayer con motivo de la audiencia de mediación a la que fue citado el periodista Víctor Hugo Morales. La demanda promovida por el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, tuvo una respuesta insólita, inimaginable un lustro atrás. Sólo es explicable en el contexto develador que produjo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La invisibilidad es un recurso de los poderes fácticos que hacen un culto de negar su propia existencia. Sus jefes administran el anonimato, la luz los ofusca y enardece. Muchos comunicadores y (ay) varios dirigentes políticos le hacen de claque. Que Magnetto sea hoy una figura reconocible, objeto de consignas callejeras, trasunta un cambio de paradigma.

El cronista anduvo por ahí, al solo objeto de hacer número y ver qué pasaba en la calle. Lo que sucedió merece más que estas líneas apuradas, pero las justifica como esbozo. Una cantidad notable de oyentes, de gentes de a pie, se dieron cita. Clase media-media o media baja, como mucho, en la tosca sociología impresionista de este escriba. Laburantes, jubilados, algunos profesionales. Fueron solos o en pequeños grupos (familiares o de trabajo): salieron de sus casas, se movilizaron por la libre, llegaron en bondi o en subte. Son los arquetípicos “Beatriz de Berisso” u “Oscar de Caballito” o “Mónica de Banfield” que llaman a los teléfonos de tantas radios. Entendían lo que significaba y simbolizaba la audiencia, querían hacerse ver y oír, definir posición.

Vivaron al colega oriental, unos pocos optaron por el “u-ru-guayo” que premió a tantos cracks de fútbol. Pero el coro se volcó a “Víctor Hugo” honrando a quien, entre tantos menos re-conocidos, participa de una disputa entre los poderes democráticos y los corporativos.

El cuadro, fascinante, es una postal de la época. Puesta en valor: una imagen en maqueta que describe la vigencia del kirchnerismo, los cambios que impulsó, la redefinición de las fronteras de la política.

También una puesta en escena acerca de los que juegan a la derrota del oficialismo sin exponerse al sufragio popular.

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Pasado mañana habrá que medir los guarismos, generales y parciales. Los niveles de participación, la perspectiva de si será posible incrementarlos dos meses y medio después. Hacer cálculos sofisticados para medir a cuántos diputados o senadores hipotéticos equivaldrían los votos.

Los festejos, que serán unificados en el FpV y diseminados en varios espacios opositores. Las interpretaciones se cruzarán en el aire, está bien.

Y recomenzará la cuesta para muchos competidores, condicionados por la megaencuesta ciudadana y las contadas internas que aprovechan el recurso abierto por las PASO.

Fuente: Página 12, 09.08.13

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MEDIA SANCION 

Primer paso para dejar atrás treinta años

El oficialismo y sus aliados consiguieron el apoyo de la UCR, el FAP y la CC, por lo cual el proyecto resultó aprobado por una amplia mayoría de 184 votos. El PRO y peronistas disidentes se opusieron. La ley reemplaza otra dictada por Onganía en 1968.

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Por Sebastián Premici
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La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que modifica la regulación sobre el mercado de capitales y le otorga a la Comisión Nacional de Valores mayores atribuciones de control. El Frente para la Victoria (FpV) consiguió 184 votos afirmativos, con el acompañamiento en general de la UCR, el FAP (Proyecto Sur, GEN, Partido Socialista), Nuevo Encuentro, Unión Popular (el bloque de Claudio Lozano) y Coalición Cívica. Parte de este consenso se logró luego de incluir varias modificaciones al proyecto original. Los 24 votos negativos vinieron del lado del PRO, el Partido Demócrata de Mendoza y el Frente Peronista. El partido de Macri justificó su rechazo en que el proyecto propone una mayor “intromisión del Estado” en contra de la iniciativa privada. En realidad, el proyecto del Ejecutivo pone fin a una ley de 1968 del gobierno de Onganía, que establecía la autorregulación de los mercados de capitales. Durante el debate parlamentario, el oficialismo enfatizó que la norma está en línea con la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central.

La media sanción pasó automáticamente al Senado para comenzar hoy su tratamiento en comisión, con la presencia del ministro de Economía, Hernán Lorenzino; el titular de la CNV, Alejandro Vanoli, y el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino. El objetivo de la Cámara alta será convertir este proyecto en ley la semana que viene. “Esta ley supone la reconfiguración integral del funcionamiento del mercado de capitales, que ahora buscará capitalizar el ahorro nacional hacia las empresas productivas, procurando el desarrollo económico con inclusión social”, sostuvo Carlos Heller, titular de la Comisión de Finanzas.

El inicio de la sesión estaba previsto para el mediodía. Sin embargo, estuvo a punto de caer, ya que el oficialismo necesitaba los dos tercios de la Cámara para acceder al quórum. Esto fue así porque el dictamen no contaba con los siete días reglamentarios para ser tratado en una sesión ordinaria. Si bien se habían agregado varios cambios, el FpV tuvo que incluir una modificación más para conseguir el quórum durante la reunión de Labor Parlamentaria. Incorporó una cláusula que indica que la CNV tendrá 180 días para realizar la reglamentación de la norma. Este plazo se puso para que la Bolsa de Comercio, liderada por Adelmo Gabbi, pueda ajustarse al nuevo marco regulatorio.

“Lo que hay que discutir es cómo se regula el mercado. Una premisa básica es hacerlo de manera transparente y simple y esta ley hace todo lo contrario, establece cierta discrecionalidad en sus medidas. El Estado debe potenciar la actividad privada, no restringirla. Esta ley achicará el mercado de capitales”, manifestó Julián Obiglio (PRO).

“Esta ley apunta a crear financiamiento a largo plazo. Lo que buscamos es que la reserva de valor de los argentinos sean las empresas locales y activos reales de la Argentina”, le respondió Roberto Feletti (FpV), titular de la Comisión de Presupuesto.

Como ocurrió con otros proyectos centrales, como la ley de matrimonio igualitario, la ley de servicios de comunicación audiovisual o la recuperación de las ex AFJP, el oficialismo consiguió ampliar la cantidad de votos afirmativos. Esto se debió en parte a los cambios realizados a partir del debate en las comisiones de Presupuesto y Finanzas. Antes del inicio de la sesión, Heller mantuvo una reunión con los diputados de la oposición, donde se comunicaron varios de los cambios aceptados por el Ejecutivo. Por ejemplo, a pedido de la CAME se incluyó a las asociaciones y cámaras empresarias dentro del objeto de la ley, para que puedan ser vehículos en la emisión de títulos dentro del mercado de capitales.

Uno de los cambios más relevantes es el que acota la influencia de las calificadoras privadas y se incorpora a las universidades públicas para que realicen las evaluaciones correspondientes sobre el mercado financiero. “Nuestro país está sufriendo el embate de los fondos buitre y las calificadoras de riesgo. Los buitres recurren a cualquier argucia, mientras que las calificadoras bajan la nota y amedrentan con un posible default. Nada de esto recurrirá. Las reformas (de esta ley) apuntan a mitigar los riesgos sistémicos y transparentar los mercados”, insistió Heller. Este cambio también había sido propuesto por Lozano.

A pesar de que votó en contra, también fue incluida una modificación formulada por el PRO, junto con Prat Gay y el Mercado Abierto Electrónico (MAE), relacionada con el destino de los fondos de garantía, que pasarán a gestionarse como fondos fiduciarios. También a pedido del Ministerio de Economía y la CNV se amplió el alcance del artículo 117, que apunta a garantizar transparencia en el uso de la información sensible. “Los directores, miembros del órgano de fiscalización, accionistas, representantes de accionistas y todo el que por su trabajo, profesión o función actúe dentro de una sociedad emisora o entidad registrada, o de la propia CNV, no podrán valerse de la información reservada o privilegiada a fin de obtener, para sí o para otros, ventajas de cualquier tipo, deriven ellas de la compra o venta de valores negociables o de cualquier otra operación relacionada con el régimen de la oferta pública”, puede leerse en la modificación del proyecto.

Todos estos cambios fueron explicados en la reunión informal que tuvo Heller con los bloques opositores. Durante la reunión de Labor Parlamentaria se incluyó la modificación del plazo de 180 días para la reglamentación de la norma, quizás el principal logro del lobby de la Bolsa de Comercio. Durante el transcurso de la propia sesión hubo dos modificaciones más. “Si ante un relevamiento de la CNV se encuentra la vulneración de alguna norma, la entidad podrá designar veedores con capacidad de veto e incluso podrá separar al órgano de administración por 180 días”, explicó Feletti.

La otra modificación tiene que ver con los trabajadores de las Bolsas y mercados de valores. Al igual que con el proyecto que cambió el régimen de los depósitos judiciales de la CABA, se incluyó una cláusula que indica que “ningún trabajador podrá ser despedido a raíz del proyecto en cuestión”. La UCR quería un artículo que comprometiera a la CNV a contratar a cualquier despedido, pero primó la cláusula redactada por Héctor Recalde (FpV), quien sostuvo que dicho texto estaba amparado en la legislación local y en las cláusulas de la OIT.

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Voces de la calle

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Por Horacio Verbitsky

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La abundante manifestación de anoche evidencia la solidez de la democracia, derretida por la crisis de 2001/2002. Esto es así con independencia de los efectos buscados por sus más activos promotores. Es inimaginable que un gobierno que a la salida de aquella enorme conmoción social resistió la presión de los acreedores externos y los organismos financieros internacionales, de las empresas privatizadas de servicios públicos, de las cámaras patronales agropecuarias e industriales, se apoque por las voces de cualquier número de personas que quiera atribuirse a los actos de ayer. Esos son sueños de una noche de verano. Hoy continuarán los juicios por crímenes de lesa humanidad y las medidas de protección del empleo en medio de la crisis global, el mes próximo entrará en vigencia la ley sancionada para democratizar la comunicación audiovisual, no habrá devaluación, nuevo endeudamiento ni venta de dólares para atesorar. La detestada presidente no modificará las políticas con las que hace un año pidió y obtuvo su mandato ni aquellas que adoptó después en respuesta a las corridas cambiarias iniciadas aún antes de que asumiera.

Hace un cuarto de siglo el diario francés Libération publicó una gran foto de Luciano Menéndez amenazando con su cuchillo de paracaidista a quienes lo abucheaban al salir de un canal de televisión. El título decía: “Al que me llame asesino, lo mato”. Nada asocia a los manifestantes con Menéndez. Pero aquella tapa evoca el contrasentido de gritar contra la presunta dictadora sin ningún temor por las consecuencias. Nadie protestaba en las calles contra Videla.

Esa es la gran diferencia entre las protestas argentinas y la primavera árabe, aunque ambas se convocaran con tweets de 140 caracteres. Desde octubre de 2010 fueron asesinadas miles de personas en diecinueve países árabes (sobre todo en Siria y Libia donde el conflicto derivó en guerra civil). Aquí no hubo ni un contuso ni un detenido y lo único que debieron padecer los organizadores fue la exposición pública de sus nombres, que algunos querían preservar en el anonimato, para simular una espontaneidad y un apoliticismo que, por fortuna, no son reales.

Otra comparación pertinente. El politólogo estadounidense Abraham F. Lowenthal escribió que su país estaba polarizado entre las dos costas (donde ganan los demócratas) y el interior (que vota republicano), entre lo rural y lo urbano, entre lo religioso y lo secular, entre los inmigrantes y quienes se les oponen y entre ciudadanos de diferentes niveles de ingresos, género y edad. “Con la consolidación de las empresas de medios y la fragmentación de los mercados de medios muchos ciudadanos sólo están en contacto con los argumentos que aprueban. El discurso cívico ha sido desplazado por la retórica de la confrontación”, agregó Lowenthal. Es irrelevante si esa confrontación se encubre con ondas de paz y amor, puede agregarse desde la Argentina. Sin la misma sutileza de Lowenthal, el empresario Donald Trump instó a hacer una revolución en las calles contra Obama. Escribió entre signos de indignación que “¡No somos una democracia!”. En 2011 Trump lanzó su candidatura presidencial con una denuncia abominable: dijo que Obama no había nacido en Estados Unidos. Debió retirarse desairado cuando el presidente presentó su partida de nacimiento, como le exigía el extremista Tea Party. Si Lowenthal hace pensar en Guillermo O’Donnell, Trump es como Maurizio Macrì (de quien fue socio de negocios y amigo de farras, aunque terminaron mal porque el pez grande se comió al chico). Este cultor del diálogo y el consenso propuso tirar a Kirchner por la ventana.

Como la marcha de la Constitución y la Libertad de 1945 o la recepción a Eduardo Lonardi en 1955, la concentración de ayer expresa a un sector minoritario pero significativo de la sociedad argentina. La saludable novedad es que ha aprendido a manifestarse en forma pacífica y que el Gobierno no ha hecho nada por imposibilitarlo o reprimirlo. El nuevo abanderado de la derecha argentina tuvo el mérito de organizar una fuerza política con capacidad electoral, al menos en algunos distritos. Esto es algo que las clases dominantes no supieron hacer en todo el siglo pasado, por lo que debieron recurrir a la conversión de las Fuerzas Armadas en Partido Militar (con la colaboración imprescindible de la Iglesia Católica) o a la cooptación de los partidos de origen popular, como el radicalismo y el justicialismo, una vez que ganaban las elecciones con propuestas populistas que pronto traicionaban. La colonización de estas estructuras por los grandes intereses económicos condujo al desconche de fin de siglo. El gobierno de Fernando de la Rúa que había comenzado con dos muertos en el puente de Corrientes, concluyó con otros 35 en todo el país. La administración interina que lo sucedió dejó dos víctimas más en la estación Avellaneda. Los nueve años siguientes dieron respuesta institucional al reclamo de los excluidos y concitaron la ira de quienes sólo conciben al sistema político como facilitador de sus intereses particulares. Las imágenes de ayer son elocuentes sobre la composición social de quienes ahora hacen sentir su descontento. Muchos y homogéneos.

Aquellos partidos históricos no se disipan en el aire. Así como el FpV tiene su ala de radicales K, el PRO mostró ayer a su peronismo cheto de los Amadeo y Bullrich, muy a gusto con Federico Pinedo. Surfeada la ola que no supieron cómo eludir, las Dondas, los Solanas, los Binner, las Stolbizer ahora deberán preguntarse “qué hace una persona como yo en un lugar como éste”, a la rastra de Macrì, la Sociedad Rural y el Grupo Clarín.

De todas las consignas que impulsaron los convocantes son aceptables las más genéricas y abstractas, esas que significan lo que cada uno quiere entender. Es difícil coincidir con otras e imposible comulgar con aquellas no explicitadas pero troncales, como las que justificaron la adhesión de la esposa del mayor Pedro Mercado y la hermana de Alfredo Ignacio Astiz.

Pese a ello, es satisfactorio constatar que el sistema imaginado por Kirchner, con una fuerza de centroizquierda opuesta a otra de centroderecha, parezca desde ayer más cerca de la existencia. El desafío para el alcalde porteño será capitalizar el malhumor evidente anoche dentro de un año, cuando vuelvan a abrirse las urnas.

Fuente: Página 12, 09.11.12

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 “Un recurso estratégico que debe ser protegido”

Cristina Fernández eligió Tecnópolis para la presentación como símbolo de la identidad de la producción agropecuaria con lo tecnológico. Defendió la agroindustria como motor del desarrollo y reclamó mayor participación de las cooperativas.

Por Sebastián Premici

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó formalmente las conclusiones del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2020 (PEA). Lo hizo en Tecnópolis, ante un auditorio colmado de empresarios, productores, cooperativistas, gobernadores y funcionarios del gabinete. La mandataria, con un estilo descontracturado y algunas bromas durante su discurso, afirmó que en los próximos diez años el país alcanzará una producción de más de 160 millones de toneladas de granos, con un fuerte impulso al valor agregado para alcanzar la tan mentada “industrialización de la ruralidad”. También abogó por una mayor participación de las cooperativas en el sistema de comercialización. “Antes se creía que era mejor lo de afuera que nuestra propia producción. Debemos terminar con esa subordinación cultural que ponía la mirada en lo de afuera. Todo esto que estamos presentando acá lo estamos haciendo nosotros, con nuestros recursos”, afirmó Cristina Kirchner. Como cierre de su discurso, la funcionaria les dedicó un párrafo a los legisladores (sus ex colegas, como los llamó) tanto del oficialismo como de la oposición: “Hay que aprobar la ley que limita la venta de tierras a manos extranjeras. Este es un recurso estratégico no renovable, quizás el más importante, que debe ser protegido”.

El PEA comenzó a gestarse en mayo del año pasado. Había sido presentado durante un acto en el Banco Nación. En aquel entonces, los dirigentes de la Mesa de Enlace ningunearon la iniciativa, al calificarla de “electoralista” y como un texto cerrado y sin consensos. Sin embargo, los contenidos de este trabajo fueron elaborados con los aportes de 53 universidades, 24 complejos productivos, 470 escuelas agrotécnicas de todo el país. Incluso, contó con la participación de varios técnicos de la Federación Agraria. El clima con los sectores agropecuarios ya no es el mismo que el que se vivía en pleno conflicto por la resolución 125. Y un dato que dio cuenta del acercamiento estratégico entre el Gobierno y algunos sectores de las entidades agropecuarias fue la presencia –con discurso incluido– de Carlos Trevisi, titular de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos, entidad vinculada a FAA.

La Presidenta llegó al predio de Tecnópolis cerca de las 20.30, primero recorrió varios stands, pasó por donde estaban ubicados los tractores Pampa, luego por un corral donde comía la oveja clonada de nombre Victoria, cuya cría fue nombrada ayer mismo por la mandataria como Libertad, y por último pasó por una empresa encargada de clonar plantas. Por último subió al escenario, acompañada por Amado Boudou, ministro de Economía; Julián Domínguez (Agricultura) y Aníbal Fernández (jefe de Gabinete). De fondo, aplausos y el tema de Fito Páez “Dar es dar”.

“Argentina es líder en la exportación de biocombustible, maíz, soja, cebada, carne, vinos y pollos. La clave de este Plan Estratégico es la interacción de todo lo que nos ha dado Dios –la tierra–, con la ciencia, la tecnología y el trabajo de nuestros productores. Esta es la clave, incluso, del desarrollo de la Argentina”, afirmó la mandataria, en un discurso a tono con el clima que se vive entre el Ejecutivo y el sector empresario del país. Atentamente, escuchaban a la funcionaria Cristiano Rattazzi, titular de FIAT, y el presidente de Cargill, Hugo Krajnc, entre otros referentes de la industria agropecuaria.

Las palabras clave del trabajo presentado ayer fueron “valor agregado en origen”, “ciencia y tecnología” (no por nada el encuentro se realizó en Tecnópolis), asociativismo y cooperativismo. Las últimas dos palabras, también, las más pronunciadas por el ministro del área, Julián Domínguez. “No es que nosotros queramos desplazar a las empresas por las cooperativas. Pero entendemos que éste es el momento político para poner énfasis en un cambio de estas características. Es el momento político para hacerlo”, explicó a Página/12 Oscar Solís, subsecretario de Agricultura.

El PEA prevé que en 2020 la producción de granos llegará a 157,5 millones de toneladas, un aumento del 58 por ciento frente a 2010. “Me parece que nos quedamos cortos, creo que con la implementación de tecnología vamos a superar este número”, señaló Fernández de Kirchner, mirando de reojo al ministro. Por otro lado, la superficie sembrada sería de 42 millones de hectáreas, un crecimiento del 27 por ciento.

Otro de los ejes tiene que ver con el sector ganadero. El trabajo plantea la posibilidad de alcanzar un stock bovino de 54 millones, una suba del 8 por ciento, mientras que la producción de lácteos crecería un 77 por ciento, hasta 18,3 millones de litros. Y la producción total de carnes –porcina, ovina, bovina, caprina, etc.– podría incrementarse un 70 por ciento. En este punto específico, en todo lo referido a carnes, participó Mariano Bondone, un hombre de la Federación Agraria. “Las exportaciones agroindustriales y agroalimentarias podrían alcanzar, al cabo de diez años, los 100 mil millones de dólares. Una porción se venderá como materia prima, pero también apostaremos al valor agregado, lo que significará mayor generación de empleo, y un equilibrio más sustentable de nuestra balanza comercial”, aseveró la Presidenta.

Dentro de los lineamientos del PEA está contemplada la posibilidad de que todo ese trabajo sea institucionalizado a través de una ley. Si bien la mandataria no hizo mención del tema, recibió un petitorio por parte de una representante de las universidades para que el PEA pueda ser discutido en el Congreso. “La presentación de esta iniciativa llega en un momento óptimo para nosotros”, afirmó a este diario Agustín Rossi, titular del bloque de diputados del FpV. Si bien el legislador no tenía información sobre un proyecto de estas características, se mostró optimista frente al nuevo escenario parlamentario.

Todo indica que Domínguez dejará el ministerio en diciembre, con las elecciones de octubre ya consumadas. Tras su paso por esa cartera dejará como saldo la desarticulación de la Mesa de Enlace y un mayor acercamiento hacia otras entidades, como la cooperativa AFA. Por otro lado, la presencia de tantos legisladores del oficialismo fue interpretada ayer, por los mismos integrantes del bloque, como un aval político para quien podría ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados.

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// ]]>Fuente: Página 12, 06.09.11

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Roberto Feletti,

primer candidato del FPV

“Hay que mejorar el transporte urbano”

 

Por Julián Bruschtein

El viceministro de Economía, Roberto Feletti, encabeza la lista de candidatos a diputados del Frente para la Victoria (FpV) en la Ciudad de Buenos Aires. Con experiencia por su paso como secretario de Infraestructura del gobierno porteño y presidente del Banco Ciudad, conoce el territorio y tiene como primer objetivo impulsar leyes “que regulen y mejoren el transporte urbano y la vivienda”, como adelantó a Página/12. Observa que “la oposición se quedó sin agenda después de las primarias” e imagina un Congreso “más maduro, propositivo y con tendencia a consenso”.

–En caso de lograr su banca de diputado, ¿cuáles serían los proyectos que impulsará en el recinto?

–Por la etapa que se viene, mi enfoque pasa por dos ejes fundamentales, que por supuesto no son los únicos. Por un lado está el tema del transporte: voy a impulsar una ley que vincule a la Ciudad, la Nación y la provincia de Buenos Aires en una autoridad metropolitana de transporte. La idea es que se puedan ordenar las paradas, los recorridos y las tarifas. Estamos en condiciones de ordenar esto y, si logramos devolverle a la gente al menos 20 minutos de su tiempo, sería un buen comienzo. Otro proyecto está orientado al tema de la vivienda. Necesitamos ordenar un esquema de crédito a 30 años con una tasa de un dígito, que pueda sustituir un alquiler para facilitar el acceso a la vivienda. También estamos dando forma a algunas ideas para los sectores informales de la economía. Guarderías públicas, profundizar un sistema de doble escolaridad y la devolución del IVA a los ciudadanos que hacen las compras con lo que reciben de la Asignación Universal por Hijo.

–Después de las primarias, la oposición quedó un poco debilitada. ¿Qué lectura hace del discurso opositor?

–La participación de la gente en las primarias saldó la discusión que proponía la oposición, que estaba orientada a una agenda vieja. Esa idea de que la Argentina estaba aislada del mundo, al borde del precipicio, quedó lejos de la percepción de la gente. Deberían plantear una agenda propositiva como lo hace la Presidenta. Hoy se genera una pregunta sobre qué hizo la oposición con la mayoría legislativa desde 2009, porque lo único que hicieron fue dejar al gobierno sin presupuesto.

–Si el FpV repite la elección de las primarias (llegó al 50,1 por ciento), se puede dar en el Congreso una importante representación parlamentaria joven…

–Hay mucha gente joven en torno de los 30 años que está participando activamente. Ellos vivieron la crisis de 2002, pero también vivieron la resolución que dio este gobierno a partir de 2003, que no fue con ajustes ni recetas del FMI. Vieron mejorar la situación de sus padres y las de ellos mismos. La representación que quede en el Congreso va a ir en el sentido que la política misma produce de forma saludable: en este caso un actor social que resurge con empuje y necesita estar representado en la discusión legislativa.

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Fuente: Página 12, 05.09.11

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 Mitos porteños

Por Ricardo Rouvier *

Alrededor de una elección surge una cantidad de mitos creados por la propia sociedad política con la fuerza de un efecto de verdad que tiende a intervenir en el espacio público. Esta realidad electoral, en la Ciudad de Buenos Aires, marcó la aparición de relatos que surgen por conocimiento incompleto. Muy estimulada está por la conducta electoral de los porteños, a veces indescifrable para los propios dirigentes políticos.

El triunfo de Macri en el 2007 se produjo sobre todo por la defección de un espacio progresista que tuvo en Cromañón un punto de inflexión. La ciudad acuña tradiciones políticas emergentes de su poderosa clase media, como el radicalismo, el socialismo, en oposición a la presencia escasa del peronismo. Varias de esas tradiciones están en crisis y generan una significativa masa flotante de votos que puede volcarse hacia centroizquierda o centroderecha.

Con la ascensión de Macri se supuso que la derecha había inundado el espacio porteño; y, si bien es innegable que detrás de la negación de la ideología y la política que propugna el PRO hay ideología, la elección de los porteños mayoritariamente estaba puesta más en encontrar un gerente que una identidad política.

Nuevas explicaciones se generaron cuatro años después a partir de contabilizar una derrota desde las condiciones de un candidato o las dificultades de una campaña o no contar con el favor de los grandes medios de comunicación o las tres cosas juntas. La anticipación de una fuerte concentración de votos de la Presidenta afectó a la oposición y al propio kirchnerismo. En los primeros generó el espanto del triunfo en primera vuelta, y en los otros un triunfalismo que suponía que se ganaba con la foto de Cristina. Se generó en las propias filas del kirchnerismo la creencia de la supremacía neta electoral de Cristina respecto de sus candidatos en el distrito.

Después de un proceso de prueba que significó el lanzamiento al ruedo de Filmus, Boudou y Tomada, la Presidenta, inteligentemente, eligió a quien prometía ser el más competitivo y completó la fórmula con Tomada, permitiendo, de esta manera, la confluencia de las militancias.

La opción Filmus-Tomada, finalmente, resultó la más competitiva. Los números comparados del escrutinio son reveladores: el FpV obtuvo en la primera vuelta un 27,8 por ciento y en la segunda vuelta alcanzó al 35,65. Se había logrado superar la primera vuelta del 2007 (23,75), pero no la segunda (39,6). Y se mejoró con amplitud el escaso 11 por ciento obtenido por el FpV en el 2009.

El 14 de agosto pasado, CFK ganó la Capital con el 30 por ciento de los votos, por encima de su performance anterior. Este resultado muestra la dimensión del espacio. Tiene un tercio del electorado y esto sólo puede ser superado, en el caso de un ballottage, pero sin ubicarse por encima del 50 por ciento. Este caudal comprende tanto a los sectores medios, medios altos como la zona sur de la ciudad.

Con la elección, varias construcciones sin asidero fueron derribadas. Se vaticinó en los grandes medios y en la oposición que la derrota en algunos distritos como Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba se trasladaban a la elección presidencial. Y como un juego de espejos, muchos simpatizantes kirchneristas calculaban un caudal muy superior para Cristina en la Ciudad.

Otro mito fue que con el peronismo porteño es suficiente. “Vamos a peronizar la ciudad”, dijeron algunos abnegados militantes sentados en las propias bayonetas.

Daniel Filmus debió sortear diversos supuestos que lo posicionaban inhabilitado para la competencia. En algún momento la oposición interna tuvo mayor virulencia; lo notable fue la coincidencia con la reflexión desvalorizante de Durán Barba.

Aquellos que adoptan la vía explicativa unívoca de la seducción de un candidato deberían explicar a Binner, Bush (h), Arturo Illia o De la Rúa.

Otro mito que cayó fue el voto cruzado entre Macri-Cristina. El verdadero voto cruzado fue entre CFK-Filmus y Filmus-CFK. La similitud del dibujo que traza el voto de ambos sobre el mapa socioeconómico es una prueba irrefutable.

El triunfo de Macri estaba definido desde antes de que el FpV propusiera un aspirante. El afán de no cambio de los electores porteños, como ocurre en todo el país, bajo condiciones generales de complacencia económica y social, privilegió el voto a las administraciones vigentes. El gobierno nacional es el principal responsable de este clima de satisfacción.

El concepto gestión es vivido por algunos como una exclusividad de la derecha. Es verdad que la derecha, al monopolizar su mención, sustrae lo ideológico, como si no existiera. Pero, la Presidenta acaba de recapturar este concepto. Si alguien cree que con solo la invocación de valores superiores es suficiente en la política real, dejará en manos de los conservadores la posibilidad de una mejor gobernabilidad.

El kirchnerismo/peronismo porteño, en el mejor de los casos, ocupa un tercio del electorado. A futuro, y con intención de poder, requiere superarse y replantearse la segunda vuelta. Necesita alianzas más amplias e incorporación independiente por fuera de sus fronteras.

Con los resultados favorables nacionales en la mano, no ayudaría encerrar al kirchnerismo porteño con su significativa militancia en las cuatro paredes de las verdades cortas e incompletas. Si en el futuro esta voluntad política de transformación queda circunscripta, porque con eso se alcanza a la segunda vuelta, se repetiría la frustración.

Una alternativa de gobierno supone contar, también, con un proyecto de ciudad sin desligarse del compromiso con el gobierno nacional. No es fácil articular ambas cosas, pero no es imposible.

* Sociólogo

Fuente: Página 12, 20.08.11

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“Nuestro ADN es dar la batalla”

En el despacho presidencial, el senador y el ministro de Trabajo analizaron el triunfo de Mauricio Macri y la performance del Frente para la Victoria en el ballottage porteño. “Hicimos la mejor elección en la historia del FpV en la Capital”, dijo Filmus.

Por Luis Bruschtein

Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer al binomio kirchnerista que compitió por la Jefatura de Gobierno de la ciudad. El senador Daniel Filmus y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se reunieron en la Casa Rosada con la Presidenta y desmenuzaron las elecciones en la ciudad de Buenos Aires. “Analizamos positivamente todo el proceso de la elección”, aseguró a Página/12 el ex candidato a jefe de Gobierno. “Está en nuestro ADN dar la batalla”, les dijo CFK apenas ingresaron al despacho.

“Se analizó el esfuerzo que realizamos para lograr la mejor elección en la historia del Frente para la Victoria en la ciudad de Buenos Aires”, señaló a este diario el ex ministro de Educación sobre la reunión que mantuvo con CFK en el despacho presidencial de Balcarce 50. “Forma parte de nuestro ADN dar la batalla” hasta el final, les dijo la Presidenta a los dirigentes porteños apenas se sentaron a la mesa haciendo alusión al ballottage que ganó el jefe de Gobierno Mauricio Macri. La diferencia entre el macrismo y el kirchnerismo en la primera vuelta el 10 de julio levantó especulaciones sobre la posibilidad de que Filmus y Tomada no se presentasen en la segunda vuelta, decisión que se descartó rápidamente y se encaró un llamado para conformar una coalición que pudiera acortar la distancia entre las dos fuerzas más importantes de la ciudad.

El encuentro con CFK se mantuvo durante cuarenta minutos en los que se analizó el desempeño electoral de la fuerza política que encabeza la presidenta en la Capital Federal. Fernández de Kirchner convoca a los dirigentes que encabezan las listas del kirchnerismo en las distintas provincias con quienes realiza un balance de los comicios. Así fue con la gobernadora electa de Catamarca, Lucía Corpacci, el candidato en Chubut, Carlos Eliceche, y la de Tierra del Fuego, Rosana Bertone. La semana pasada se reunió también con el diputado Agustín Rossi, que perdió en Santa Fe y los dirigentes María Eugenia Bielsa –la diputada más votada en la elección provincial, que se quedó con la mayoría en la cámara de diputados santafesina– y quien encabezará la lista de diputados nacionales, el intendente de Rafaela, Omar Perotti.

Después de su paso por Pilar para inaugurar la ampliación de un laboratorio farmacéutico, la Presidenta recibió a la fórmula kirchnerista porteña con gran cantidad de información sobre las elecciones. Según pudo saber Página/12 hicieron un repaso por la historia de las elecciones en el distrito desde el 2003 en adelante donde confirmaron el aumento del caudal de votos en un distrito siempre difícil para el gobierno nacional. “Si el 24 por ciento logrado en el 2007 anunció la victoria presidencial, esta vez se puede decir que estamos mejor de cara a las elecciones de octubre”, señaló un dirigente que frecuenta los pasillos de la casa de gobierno. También analizaron “la presión mediática a favor de Macri, que dificultó imponer una agenda de temas y blindó la figura del jefe de Gobierno como si no estuviera procesado por las escuchas ilegales, ni hubiera subejecutado el presupuesto de Educación y Salud”, agregó la fuente kirchnerista.

Luego de comentar CFK “el mal gusto” de las declaraciones de Macri acerca de que había atendido su llamada para felicitarlo en “calzoncillos y remera” en su casa, una porción importante de la reunión se la llevó el trabajo político que deberá encarar el kirchnerismo porteño para las primarias obligatorias del 14 de agosto y las presidenciales del 23 de octubre. “La tarea es generar una estructura lo más amplia posible. Tenemos que pensar en algo como el Frente Amplio uruguayo, un espacio bien abierto y pluralista”, confió la fuente dejando traslucir la estrategia oficialista para la ciudad, que intentará ampliar la cantidad de votos logrados en el ballottage para consolidar la performance de la Presidenta.

Fuente: Página 12, 02.08.11

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11.07.11

Al día siguiente

Por Roberto Páez González

Con los datos de la primera vuelta, empieza la campaña para la segunda: el FpV de Buenos Aires tendrá que hacerse ver -donde no lo vieron- como parte local del Proyecto Nacional de Cristina, ser eficaz en las principales críticas a la gestión del jefe de gobierno saliente y generar una actititud comprensiva de los sectores no macristas que el 10.07.11 no votaron por Filmus-Tomada. La campaña de la primera vuelta sirvió para aumentar los votos propios, pero no sirvió para atraer a los demás porque no se dirigió a los demás. Es indispensable y urgente hacerlo. Filmus ha dicho que va a la segunda vuelta, que es ir por el 51%. Tenemos que tener claro qué es ir por el 51%. Merecemos considerarlo.

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AUNQUE OBTUVO SU MEJOR RESULTADO HISTORICO,

EL FPV QUEDO CASI 20 PUNTOS POR DEBAJO DEL PRO

Macri ganó, pero Filmus ofrece pelea

El ex ministro de Educación anunció que confrontará con Macri en el ballottage porteño del 31 de julio. El Pro ganó en las 15 comunas. Solanas, tercero lejos.

Por Martín Granovsky

En un marco de polarización extrema, solo dos candidatos sobre once se repartieron el 75 por ciento de los votos porteños y Mauricio Macri ganó por el 47 por ciento en primera vuelta las elecciones contra Daniel Filmus, del Frente para la Victoria, que alcanzó la mayor cifra para su fuerza desde 2003: el 27,8 por ciento con el 98 por ciento de las mesas escrutadas. El jefe de Gobierno ganó en las 15 comunas.

El tercero, lejos, fue Fernando Pino Solanas, que no llegó al 13 por ciento. Y luego se produjo otro bache hasta el 3,31 por ciento de María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica. La radical Silvana Giúdici obtuvo el 2,07 por ciento y el ex jefe de Gobierno Jorge Telerman, el 1,76 por ciento.

A las 11 de la noche Filmus habló en la sede del FpV y anunció que se presentaría en el ballottage del 31 de julio. “Vamos a recorrer cada comuna para ofrecer el proyecto de una ciudad mejor”, prometió. “Vamos a convocar a los mejores de las fuerzas políticas y a quienes son los mejores y no están en ninguna fuerza política, pero quieren actuar por la positiva, porque toda la ciudad tiene que ser digna”, dijo.

Ahora su arduo desafío es no solo ganar los votos que fueron a Solanas o a Jorge Telerman sino también los que ayer votaron por Macri y en las encuestas para octubre afirman que votarán por Cristina. Si esa franja representara el 20 por ciento de los votos de Macri, la cifra a rebanar sería casi de un 10 por ciento del universo de 47 ganado por Macri.

El nivel de participación fue alto, superior al 75 por ciento.

Si en un ballottage descendieran la asistencia o los votos válidos, por motivos no solo políticos sino matemáticos el beneficiado sería el primero.

Nada es por definición imposible, pero las chances de Macri parecen hoy definidas. El jefe de Gobierno necesita sumar solo un 3 por ciento frente al 22 por ciento que le falta a Filmus.

El voto por Cristina

Atento también a que las elecciones de ayer tienen un componente local, pero a la vez uno nacional, el macrismo apuntó anoche mismo a retener sus votos presidenciales cristinistas y, quizás, a ampliar los sufragios entre quienes votarán a Cristina y ayer no votaron a Macri. “Hay gente que nos vota a nosotros y dice que votará por la Presidenta”, declaró el jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta. La diputada nacional del PRO Gabriela Michetti lo refrendó.

La nacionalización de lo que viene fue compartida por el kirchnerismo. “Los candidatos de (Elisa) Carrió, (Eduardo) Duhalde y (Ricardo) Alfonsín no obtuvieron números importantes”, dijo el ministro de Economía y candidato a vicepresidente Amado Boudou. “En la anterior elección presidencial, el FpV sacó el 23 por ciento en la ciudad de Buenos Aires y ahora la sola candidatura de Filmus es mayor que ese número.”

De ese modo, Boudou hizo una constatación y además deslizó, sin decirlo con todas las letras, una picardía: ayer ganó quien no es candidato nacional, Macri, y además quien carece por el momento de un candidato nacional. Sin embargo, es probable que los votantes de Macri alimenten en octubre no solo el caudal de Cristina sino, sobre todo, el de Ricardo Alfonsín o Eduardo Duhalde.

La estrategia de Macri

A diferencia del resto de la oposición, Macri no insistió en la interpretación inicial de las elecciones de 2009 y la derrota de Néstor Kirchner a manos de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires como la debacle final del kirchnerismo. En especial, no sobreactuó su propia importancia cuando advirtió la notable recuperación de la imagen y la intención de voto de Cristina en el último año y medio.

Ayer decidió hablar de las elecciones de octubre quizá como un modo de darse por electo o de presentar el ballottage como una confrontación de hecho con el kirchnerismo. “Asumí el compromiso de trabajar por la unidad nacional”, dijo anoche Macri en su sede, antes de invitar a que Federico Pinedo, candidato a diputado a nacional, subiera al escenario. Lo mismo hizo con Miguel Del Sel, candidato a gobernador en las elecciones santafesinas del 24 de julio.

“A veces siento que estamos enfermos de actitudes violentas, de confrontación, de intolerancia, de peleas internas, y llegó la hora de acabar con nuestros fantasmas del pasado y entusiasmarnos con nuestro futuro”, dijo Macri.

“La pobreza no es una cuestión ideológica, sino concreta”, señaló en otro tramo.

Pino vs. Lozano

Pino Solanas evaluó que la contienda fue “macrismo versus kirchnerismo”, se quejó de que “en estas elecciones se enfrentaron los aparatos de dos gobiernos”, cosa que ocurrió también en 2009 y sin embargo permitió una gran elección de Proyecto Sur, y anunció que dejaría en libertad a sus electores en la segunda vuelta. Como ya están en libertad, eso puede leerse de un solo modo: Solanas no recomendará de manera explícita un voto para el 31 de julio. “Con Macri ni a la esquina”, dijo en cambio Claudio Lozano, de Buenos Aires para Todos y primer candidato diputado nacional por el Frente Amplio y Progresista que lleva en la fórmula de octubre a Hermes Binner y Norma Morandini.

“El mejor resultado”

El kirchnerismo buscó instalar de entrada un concepto que inauguró ayer el sociólogo Luis Alberto Quevedo, jefe de campaña de Filmus, a las 18.01: “Fue el mejor resultado del Frente para la Victoria en toda su historia”.

El candidato a vicejefe Carlos Tomada agregó que los resultados superan no sólo el registro histórico del Frente para la Victoria sino también los del peronismo en la Ciudad.

“El PJ siempre tuvo dificultades en este distrito, y hay muchos referentes del PJ que se integraron al PRO y no al Frente para la Victoria”, matizó la ministra Nilda Garré, de origen peronista pero integrante del Frente Grande.

El voto para legisladores porteños acaso sirva para completar indicios en un primer análisis. Del total de votos a jefe de Gobierno del FpV, la lista de legisladores que encabezó Juan Cabandié obtuvo la mitad. La otra mitad se repartió entre Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, con Gabriela Cerruti a la cabeza, y el Frente Progresista y Popular de Aníbal Ibarra.

En 2007, Filmus obtuvo en primera vuelta el 23,75 por ciento. Jorge Telerman consiguió el 21 por ciento. La novedad de ayer no fue la suma de votos típica de la segunda vuelta sino la amalgama de fuerzas en la primera. Esa amalgama, en un marco de polarización aguda, se dio con un vértice kirchnerista como Filmus. La pregunta es si el adelanto de la segunda vuelta que se dio ayer favorece o no a Filmus para el ballottage. En la segunda vuelta de 2007 alcanzó el 39,6 por ciento y fue derrotado por el 60,94 por ciento de Macri.

La comparación con 2009 es más difícil, en parte porque aquélla fue una elección legislativa y no ejecutiva-legislativa como la del 2007 y la de ayer y en parte porque se produjo en medio de la peor imagen del kirchnerismo. Los fenómenos más notorios fueron la caída del FpV y la aparición con fuerza de Pino Solanas con el 25 por ciento de los votos.

Universal

En un voto que seguramente combinó valores, aspiraciones, ideología, condimentos nacionales y un grado importante de aprobación de la gestión local, la polarización se plasmó de manera similar en las 15 comunas porteñas.

En todas las comunas, que ayer eligieron por primera vez sus juntas, el orden fue el mismo: Macri primero, Filmus segundo, Solanas tercero. Al candidato del FpV le fue relativamente mejor en los barrios de clase media media y peor en los de clase media alta.

La mayor diferencia la obtuvo Macri sobre Filmus en la comuna 2 (que comprende Recoleta), 59 contra 18 por ciento. La menor en la 15 (la de Villa Crespo y la Paternal), 41 a 32 por ciento.

De aquí a la segunda vuelta habrá otra elección importante: Santa Fe el 24 de julio, cuando se enfrentarán el socialista Antonio Bonfatti, Agustín Rossi del FpV y el macrista Del Sel.

Fuente: Página 12, 11.07.11

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